28 de enero de 2008

Enamorada de la Luna





Las olas que causa el viento bañan su cuerpo inmóvil que está parado en el agua, en la orilla. Ella está enamorada de la luna, que refleja su brillo ante sus pies. Brillo astral del cuerpo que domina la oscuridad.


Ella viste de falda y blusa ligera, telas blancas y mojadas completamente, un aspecto misterioso y romántico, entre la pasión por su planeta apreciado.


A ella no le importa el frío, de la helada brisa nocturna. Ella está obsesionada de la luna. No le importa el agua fría mojando, disminuyendo su calor corporal. El cuerpo parece acostumbrado, cada día, a la misma hora, aparece ella, sale las únicas horas de su siniestra cueva, para admirar su pasión. Su piel es blanca, demasiado blanca, se debe a que nunca se aparece a los rayos del sol, y solo las olas nocturnas bañan su piel, lavándole el color, algún rastro de sangre caliente, algún rastro de vida sobre ese cuerpo de resucitada. A media noche comienza a temblar, cuando la tormenta despeina su blanca cabellera.


Las olas rozan suavemente sus piernas. Los pies descalzos están firmes en el fondo, la mirada fija hacia el cielo. Mantiene sus brazos extendidos hacia la luz nocturna que robó su corazón.


El agua está cristalina, las piedras de colores resaltan al ser alumbrados.


El viento nocturno tiene apuro en soplar fuerte entre los árboles, los cuales parecen espectros ante las sombras de la oscuridad. El silencio de aquel lugar, da una sensación de soledad a cualquiera que se encuentre allí.


Pero a ella no le importa, no le importa nada a su alrededor, solo le interesa su querida reina luna, el brillo nocturno que disminuye las sombras en el momento de su estadía.

2 comentarios:

Susana Vera-Cruz dijo...

Sin duda, La Luna, tiene ese poder mágico, que hace que hayan momentos , que sólo queramos bañarnos con su tenue luz, convirtiéndonos en sus delicadas hijas y disfrutar de su inocente embrujo.
Me encantó querida amiga
Te dejo muchos cariños.
AGUALUNA

Susana Vera-Cruz dijo...

Hola Sara, gracias por tus palabras y que estés pasando un buen descanso, realmente hace falta.Y sí, como dices, nuestra esencia viene de nuestro elemento: el agua, por lo tanto, nuestra sensibilidad, nuestra personalidad a veces oscila en los límites de lo cuerdo y lo imaginativo.
De lo tranquilo y turbulento. De lo romántico y lo melancólico.
Y también no podemos dejar de lado nuestra querida luna, cuya sola presencia nos embruja.
Bueno, así somos, así nacimos y así moriremos.
Te dejo muchos cariños , un beso super grande y que aproveches muy bien este lindo tiempo. Cuídate "hermana":)