17 de julio de 2012

La despedida



Estimado amigo;


Antes de partir debo contarte el motivo de mi despedida.


Te diré que esa noche bebí mucho. Traté de olvidar aquella riña que tuve con ella. Y creí haberla olvidado cuando el alcohol nubló mi mente y caí inconsciente sobre la sucia calzada afuera del bar.
Pero no fue así.
A la mañana siguiente me llevé la dolorosa sorpresa que ella se había ido. Sentí el mundo derrumbar ante mis ojos. Y es por eso que te escribo este adiós. Para cuando lo leas ya me encontraré muy lejos.

“Puedo sentir que lentamente
Ella me deja para siempre.
Me dio su amor, me dio su cuerpo,
Y amarnos fue nuestro secreto...
Se fue sin prisa, perdió su aliento.
Alguien lloró, y yo también,
Y en ese instante se alejó.
Y el sol entró sin comprender,
Que en esta fría habitación...
La luz oscurece.
Puedo sentir en mi silencio,
Cómo su adiós golpeó en mi pecho.
Y ese dolor trajo recuerdos,
Cuando jurábamos lo eterno...
Se fue despacio, dejó una brisa.
Y amaneció…” *

Al sentir que ya no estaba a mi lado decidí partir. ¿Para qué quedarme en un pueblo donde cada esquina me recordaba a ella? Siempre fui un viajero sin rumbo, entonces al conocerla creía que éste iba a ser al fin mi hogar, junto a ella, para siempre. Pero me he vuelto a equivocar. Mi vida en este puerto ya no tenía sentido.




Siempre he sido un loco aventurero. Empaqué mis pocas pertenencias y abordé un barco rumbo a nunca jamás. Mi objetivo es encontrar la frontera final. Aquel agujero en el mar, del que tanto se hablaba en el bar. Esas fantásticas historias que contaban los marineros cuando pasaban por aquí a descansar. 


Mi curiosidad creció y ahora decidí a seguir mi rumbo con ellos. La aventura me llama, mi estimado amigo, y tú, solo tú debes saber que me fui en dirección contraria a la que ella decidió ir.

“Cierra tus ojos,
voy a contarte
algo que nunca
te dije antes.
Ella atrapó mi corazón.
ella es la dulce miel que me hizo...
Sentir distinto
a los demás.
algo cambió
cuando estuve a su lado.
Hoy no recuerdo
cómo podía
sin conocerla
pasar mi vida.
Ya no me alcanza la razón.
ya no me importa el mundo sin ella…” *

Ya es de noche.  Al amanecer parte mi barco y yo con él. Solo te pido, si algún día la vuelvas a ver… dile…
Dile que partí en un barco a la mar y que no sabes si algún día voy a regresar. Dile que ella se llevó los añicos de mi corazón y que sin ellos no me puedo quedar. Es tan corto el amor, es tan largo el dolor.


Iré a descubrir una leyenda en el mar. Mi viaje es arriesgado y no sé si volveré. Si lo hago traeré miles de historias para contar. Pero tal vez no regresaré. Si no me vuelves a ver es porque el mar me habrá tragado. Si no regreso dile que hasta en mi último aliento de vida, ella siempre estuvo allí presente en mis pensamientos. Cuéntale que siempre la amé, como nunca amé a nadie. Dile que jamás olvidé cuando dormía tranquila entre mis brazos, y jamás lo haré, su memoria permanecerá entre los relojes del tiempo y no se esfumará. 


Ella se ha ido y yo también lo haré. Jamás la olvidaré. Te encargo este mensaje por si la vuelves a ver. Ya es tarde, y no hay nada que aquí me detenga. Ahora soy un marinero con ansias de enfrentarme al océano. El barco me llama. La noche me llama.


** Canciones de Rata Blanca

2 comentarios:

Yen San dijo...

Un mar de Estrellas...

Iván dijo...

¿como te inspiras tanto?